martes, 3 de abril de 2012

Mañana, un Miércoles Santo más. A las tres de la tarde estaré, si el tiempo lo permite, en la culminación del puente, rodeado de nazarenos de negro y morado. Rodeado de recuerdos, nostalgias, de tantos años en el mismo sitio a la misma hora. Recuerdos de los que me enseñaron a estar allí cada Miércoles Santo. Mi abuelo, mi padre, mis tíos, ya no están, ahora soy yo el más viejo de la saga, y estaré en el puente en representación de todos. Con la impaciencia de siempre esperaré a que mi nazareno de San Bernardo, mi hijo, culmine la subida del puente con su cirio rojo, y me pida, como todos hicimos, un poco de agua. Con mi pañuelo secaré su sudor, le colocaré bien el capirote y le desearé buena estación, envidioso de no poder acompañarlo camino de la Giralda, que se dibuja a lo lejos. Luego esperaré a mi Cristo de la Salud, dormido levemente en el madero de la cruz. Después los sones de la marcha empujaran el palio de mi Virgen del Refugio puente arriba. Miraré alrededor y veré caras de siempre, notaré sonadas ausencias. Pero un Miércoles Santo más, a las tres de la tarde, en el puente de San Bernardo,! Va por vosotros!, los que un día me enseñasteis a estar allí, !Va por ti hijo !, para que no olvides hacerlo nunca. Desde hace más de setenta años siempre hubo un Rosell en lo alto del puente, a las tres de la tarde, cada Miércoles Santo.

1 comentario:

  1. San Bernardo es ese barrio
    De tradición desmedida
    Donde se mezclan momentos
    De tristeza y de alegría
    De las gentes que se fueron
    Y de la afición perdida
    De la tradición Taurina,
    De la Plaza derruida,
    Y del arte de Cuchares
    Que fue su mejor valido
    Del arma de artillería,
    De las tardes de vecinos,
    Pero queda en San Bernardo
    Una Hermandad que fundaron
    Unos chiquillos del barrio
    Con una gran ilusión
    Que fuese grande en la historia
    Y grande en el corazón
    Con el nombre de ese Santo
    Al que María un buen día
    Desde los cielos, Le dijo
    Ante tanta devoción
    Dios te salve a ti hijo mío
    Cristo te de La Salud
    Y encuentres en él Refugio
    Como tu barrio lo anhela
    De tu cuitas y tus penas
    Y de todos tus problemas
    La solución de Jesús
    El Jesús crucificado
    Que subiendo hacia la puerta
    Nos acoge y nos bendice
    Como se lo hemos rezado
    E igual para los que esperan
    Desde abajo en las aceras
    Salud para los que estamos
    Para los que aquí seguimos
    También para los que fueron
    Antaño nuestros vecinos
    Salud y Refugio divino
    Por mediación de María
    Que sea nuestro destino
    Estar siempre en este día.
    En momentos de la vida
    Donde todo desvanece,
    Se Refugio de este Barrio
    De Sevilla y de su gente.

    Con Un Gran Abrazo...

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