Mañana, un Miércoles Santo más. A las tres de la tarde estaré, si el tiempo lo permite, en la culminación del puente, rodeado de nazarenos de negro y morado. Rodeado de recuerdos, nostalgias, de tantos años en el mismo sitio a la misma hora. Recuerdos de los que me enseñaron a estar allí cada Miércoles Santo. Mi abuelo, mi padre, mis tíos, ya no están, ahora soy yo el más viejo de la saga, y estaré en el puente en representación de todos. Con la impaciencia de siempre esperaré a que mi nazareno de San Bernardo, mi hijo, culmine la subida del puente con su cirio rojo, y me pida, como todos hicimos, un poco de agua. Con mi pañuelo secaré su sudor, le colocaré bien el capirote y le desearé buena estación, envidioso de no poder acompañarlo camino de la Giralda, que se dibuja a lo lejos. Luego esperaré a mi Cristo de la Salud, dormido levemente en el madero de la cruz. Después los sones de la marcha empujaran el palio de mi Virgen del Refugio puente arriba. Miraré alrededor y veré caras de siempre, notaré sonadas ausencias. Pero un Miércoles Santo más, a las tres de la tarde, en el puente de San Bernardo,! Va por vosotros!, los que un día me enseñasteis a estar allí, !Va por ti hijo !, para que no olvides hacerlo nunca. Desde hace más de setenta años siempre hubo un Rosell en lo alto del puente, a las tres de la tarde, cada Miércoles Santo.
San Bernardo es ese barrio
ResponderEliminarDe tradición desmedida
Donde se mezclan momentos
De tristeza y de alegría
De las gentes que se fueron
Y de la afición perdida
De la tradición Taurina,
De la Plaza derruida,
Y del arte de Cuchares
Que fue su mejor valido
Del arma de artillería,
De las tardes de vecinos,
Pero queda en San Bernardo
Una Hermandad que fundaron
Unos chiquillos del barrio
Con una gran ilusión
Que fuese grande en la historia
Y grande en el corazón
Con el nombre de ese Santo
Al que María un buen día
Desde los cielos, Le dijo
Ante tanta devoción
Dios te salve a ti hijo mío
Cristo te de La Salud
Y encuentres en él Refugio
Como tu barrio lo anhela
De tu cuitas y tus penas
Y de todos tus problemas
La solución de Jesús
El Jesús crucificado
Que subiendo hacia la puerta
Nos acoge y nos bendice
Como se lo hemos rezado
E igual para los que esperan
Desde abajo en las aceras
Salud para los que estamos
Para los que aquí seguimos
También para los que fueron
Antaño nuestros vecinos
Salud y Refugio divino
Por mediación de María
Que sea nuestro destino
Estar siempre en este día.
En momentos de la vida
Donde todo desvanece,
Se Refugio de este Barrio
De Sevilla y de su gente.
Con Un Gran Abrazo...